La necesidad de someter al cuerpo a una
desintoxicación cada cierto tiempo es algo que recogen todas las culturas y
religiones; y es que el ayuno, ha sido considerado siempre fuente de armonía y
ayuda para mantener la salud y prevenir enfermedades. Hoy día sabemos que esa
tradición tenía como fin permitir al organismo liberarse de sus toxinas
suprimiendo todo alimento, y dedicar así toda su energía a depurarse por dentro.
De ahí, que el ayuno fuera elemento imprescindible para conservar una buena
salud y se llegara a recomendar seguirlo hasta durante 40 días.
Un ayuno
total ingiriendo sólo agua, desintoxica el organismo, pero se corre el riesgo de
dejarlo durante ese tiempo sin algunos nutrientes imprescindibles para la vida.
Es decir, el beneficio del ayuno se puede ver contrarrestado por los posibles
perjuicios. Hace años, el naturópata Hawaiano Stanley Burroughs propuso una
alternativa al ayuno tradicional: la cura con sirope de savia y limón.
El
Sirope de Savia
La
cura de savia y limón acostumbraba a hacerse antes con sirope de arce. Sin
embargo, se ha descubierto que el contenido en minerales del sirope de arce está
sujeto a variaciones dependiendo del lugar donde se cultiva y del clima. Puesto
que la cura de savia y limón exige un alto y equilibrado contenido en minerales,
hubo que buscar una alternativa. Para ello se ha mezclado el sirope de arce con
el sirope de palma, dando lugar al sirope de savia, que responde a las
exigencias de la cura. El autentico sirope de savia esta compuesto por la savia
de arce C+ de cultivo biológico certificado y la savia de palma, obtenida de
palmas crecidas en plena selva tropical.
Savia
de Arce C+
La savia de arce C+ proviene de los
bosques de arce del Norte de América, donde los indios ya conocían el arte de
extraer de este árbol su dulce savia y preparar con ella un sirope. Para la cura
se utiliza únicamente el sirope de arce C+ que aporta al cuerpo muchas más sales
minerales y oligoelementos que el sirope de arce grado A, el más corriente. Cada
mañana, entre Marzo y Abril, durante cuatro semanas se recoge la savia mediante
cubos colgados de los árboles. Para conseguir un litro de sirope concentrado se
precisan entre cuarenta y cincuenta litros de savia. Los arces deben tener un
mínimo de cuarenta años de edad antes de que se pueda cortar la corteza y
recoger la savia, de otro modo, se dañaría el árbol.
En el sirope de arce se
distinguen tres categorías, que se pueden reconocer por su color. Se denominan
grado A, B y C.
-El grado A se obtiene de la primera fase de la cosecha.
Tiene más azúcares y menos sales minerales. Su color es ámbar claro.
-El
grado B tiene una calidad intermedia entre el A y el C.
- El grado C se
obtiene de la última fase de la cosecha. Es el grado de calidad superior, no es
tan abundante en cantidad y resulta menos dulce que el A, pero tiene un nivel de
sales minerales superior al A, aportando un alto nivel de calcio, zinc, hierro y
manganeso. Tiene un color oscuro.
Savia
de Palma
Así como en los bosques del Norte
de América hay un solo tipo de arce que produce esta savia, también en el
trópico hay una sola clase de palma de cuya savia se obtiene este sirope, el
sirope de palma. Esta savia se obtiene cortando la punta de la palma cuando ésta
comienza a estar en flor. La savia cae gota a gota y se recoge en un recipiente
de bambú. Luego, la savia se cuece hasta que se espesa y toma una cierta
consistencia.
El sirope de palma contiene la cantidad de sodio y potasio
necesarios para el funcionamiento de las células y la desintoxicación del
organismo. Mezclando en la proporción correcta el sirope de arce y el sirope de
palma, se obtiene el sirope de savia, muy rico en oligoelementos y otros
nutrientes, que garantizan el éxito de la cura, al suministrar junto al zumo de
limón, lo necesario para el buen funcionamiento del organismo durante los días
de la depuración.
Para garantizar el éxito de la cura es muy importante
utilizar el sirope auténtico, que no contiene ni conservantes ni colorantes ni
aditivos químicos, y rechazar imitaciones.
El
Zumo de Limón
Los
dos ingredientes principales de la cura de savia y limón son el sirope de savia
y el zumo de limón fresco. El limón es fuente de minerales y vitaminas. Sus
beneficios son conocidos desde hace muchos años. Es preventivo de enfermedades y
un antibiótico natural. Es rico en vitamina C, ya que ésta constituye el 90% de
lo que no es agua en un limón. La vitamina C es una vitamina indispensable para
los huesos, los dientes, los cartílagos, los tejidos conjuntivos y los vasos
sanguíneos; favorece la resistencia corporal a las infecciones y es preventiva
de muchos problemas de salud.
El limón contiene también flavonoides,
principalmente quercetina, que son también terapéuticamente interesantes. Se
encuentran en todo el fruto, pero especialmente en la piel blanca que hay entre
la pulpa y la cáscara. Los bioflavonoides contribuyen a una buena salud
cardiovascular.
Contiene también ácido cítrico que desempeña importantes
funciones en el organismo, entre ellas la de favorecer la fijación del calcio.
El ciclo del ácido cítrico o ciclo de Krebs constituye una cadena de reacciones
bioquímicas muy importante, pues se trata de la vía fundamental para la
degradación de la mayoría de los compuestos orgánicos y la obtención de las
coenzimas reductoras; es decir, para el catabolismo de las sustancias orgánicas,
permitiendo la metabolización de las proteínas, los lípidos y los hidratos de
carbono. El ácido cítrico ayuda a la eliminación de los depósitos de grasa en
los tejidos; por eso, el limón es adelgazante.
La
Cayena
La
cayena es una pimienta necesaria en la cura de savia y zumo de limón porque
disuelve flemas y ayuda a regenerar la sangre, lo que produce más calor en el
cuerpo. Contiene vitaminas del complejo B que complementan el valor nutritivo
del sirope de savia y el zumo de limón.
El
agua
El
sirope de savia, zumo de limón y cayena se mezclan con agua para elaborar la
bebida que se consume durante la cura. Lo ideal es usar agua pura, sin cloro ni
contaminantes químicos. Si puede ser, debemos elegir agua de manantial o agua
depurada; mucho mejor si la vitalizamos con un vitalizador de agua.
La
Cura
A
continuación se expone la forma de realizar la cura de savia y limón según las
indicaciones del naturópata Stanley Burrougs. La cura es buena para desintoxicar
el organismo, pero no se trata de un medicamento ni de una forma de
alimentación, sino de una cura a base de zumo de limón y sirope de savia durante
un tiempo limitado, que proporciona al cuerpo la posibilidad de recuperarse y
liberarse de grasas y toxínas.
Cualquier persona que vaya a realizar la cura
debe informarse bien antes de comenzar, y pedir consejo a su médico o naturópata
para saber si es adecuada para él o ella.

Ingredientes y preparación
La
mezcla contiene, de forma equilibrada, la mayor parte de las vitaminas,
minerales (potasio, sodio, calcio, magnesio, zinc, manganeso y hierro), enzimas
y demás oligoelementos que el organismo necesita. Las grasas, se sacarán de los
depósitos acumulados en el cuerpo, quemándolos. Los hidratos de carbono del
sirope de savia son naturales porque no contiene azúcar artificial alguno. Por
otra parte, el limón, fuente de minerales y vitaminas, especialmente de la C, es
un antioxidante natural que ayuda en la eliminación de los depósitos grasos y
mejora la actividad del metabolismo. La cayena, además de contrarrestar el
fuerte sabor dulzón del sirope de savia, es una buena fuente de vitaminas del
complejo B, disuelve flemas y ayuda a regenerar la sangre.
Preparación
de un vaso grande
• Dos
cucharadas soperas de zumo de limón fresco.
• Dos cucharadas soperas de
Sirope de Savia.
• Una pizca de pimienta de Cayena en polvo.
• Estos
ingredientes se mezclan en un vaso con agua tibia o fría.
• Mezclar bien los
ingredientes con una cuchara.
Preparación
de un litro y medio para todo un día
• Zumo
de cinco limones frescos.
• Dieciséis cucharadas de Sirope de Savia.
• La
puntita de una cucharrilla de Cayena en polvo.
• Estos ingredientes se
mezclan en una botella de libro y medio con agau tibia o fría.
• Agitar la
botella para mezclar bien los ingredientes.
Dos
formas de realizar la cura
EL
AYUNO COMPLETO
La
cura auténtica está basada en la milenaria terapia del ayuno. Ayunar significa
vivir por un tiempo determinado de las propias reservas. Mientras se realiza la
cura, el cuerpo aprovecha para deshacerse de los detritus, de la toxicidad y de
las grasas superfluas que se han acumulado en el organismo progresivamente,
permitiendo a los órganos regenerarse y reactivar su funcionamiento. La
desintoxicación potencia nuestras facultades mentales, la concentración y mejora
la memoria.
La cura completa según Stanley Burrougs dura de siete a diez
días, en los cuales se debe ingerir el preparado de sirope de savia de palma y
arce. En cada jornada se tomarán de ocho a diez vasos grandes del preparado, uno
cada dos horas aproximadamente. Se puede completar con infusiones, entre ellas,
la infusión Depurbal. Después de la cura hay que realizar una transición
alimentaria correcta de 2 a 3 días con zumos de fruta, caldos vegetales, etc. A
continuación se recomienda aprovechar todo el efecto positivo de la cura de
savia y limón y continuar sobre unas bases sanas de nutrición. Muy conveniente
resulta además la cura reconstituyente de polen durante un mes, que provee al
cuerpo de todos los minerales y oligoelementos, y está muy indicado para
complementar el ayuno con savia y limón.
EL
SEMI-AYUNO
Cada
noche, mientras dormimos, ayunamos, ya que no ingerimos alimentos y dejamos que
el organismo se ocupe de sí mismo, que se regenere, purifique y recupere sus
energías gastadas. Con el desayuno rompemos este proceso de recuperación y
autolimpieza del ayuno nocturno.
El propósito de semi-ayuno es el de
prolongar este periodo de ayuno nocturno, sustituyendo el desayuno y/o cena por
dos o tres vasos de sirope de savia, limón y agua, y así ofrecer al organismo
mayor tiempo para su descanso y recuperación. Para que el semi-ayuno sea más
eficaz, convendría en lo posible suprimir durante esta cura los alimentos
siguientes, que por su contenido en toxinas retrasarían la acción depurativa del
semi-ayuno: sal, embutidos, carnes rojas, fritos, pan blanco, harinas refinadas,
café, alcohol, bebidas carbónicas, lácteos, etc. Este semi-ayuno se recomienda
como preparación para personas que quieran llevar a cabo la cura completa y para
quienes no se sientan dispuestos o preparados para hacerla, pero quieren reducir
su peso y mejorar su salud. Duración recomendada: entre 10 y 30 días.
Al
terminar la cura
Terminados
los siete/diez días de cura, no empiece ya a comer de forma normal. Deje que su
metabolismo se habitúe de nuevo poco a poco. Dos o tres días de transición
pueden ser suficientes. Ejemplo para los tres primeros días:

Primer
día:
• Desayuno:
un vaso grande de sirope de savia y limón. Una pieza de fruta: manzana, naranja
o pera.
• Media mañana: un vaso grande de zumo de naranja o
piña.
• Mediodía: un vaso grande de sirope de savia y limón. Una pieza de
fruta: manzana, naranja o pera.
• Merienda: un vaso grande de zumo de
naranja, manzana o piña.
• Cena: un vaso grande de sirope de savia y limón.

Segundo
día:
• Desayuno:
un vaso grande de zumo de naranja, manzana o piña. Dos piezas de fruta: manzana
o plátano.
• Media mañana: una pieza de fruta: manzana, pera, naranja o
mandarina.
• Mediodía: un vaso grande de sirope de savia, caldo de verduras y
fruta.
• Merienda: un vaso grande de zumo de naranja, mandarina, manzana o
piña.
• Cena: una ensalada de frutas y un vaso grande de sirope de savia y
limón.

Tercer día:
• Desayuno:
una rebanada de pan integral y una naranja.
• Media mañana: un vaso grande de
zumo de naranja, mandarina, manzana o piña.
• Mediodía: un caldo de verduras
frescas.
• Merienda: un vaso grande de zumo de naranja, mandarina, manzana o
piña.
• Cena: un caldo de verduras frescas con arroz integral.
A partir del tercer día se pueden incorporar poco a poco nuevos
alimentos, pero procure no ingerir en los tres días siguientes a la fase de
transición alimentos como carne, pescado graso, embutidos, queso (salvo queso
fresco), pan blanco, bollería, leche, café y alcohol. A partir del cuarto día,
empiece a comer normalmente; eso sí, de forma equilibrada y atendiendo las
normas de una dieta correcta. Siempre es mejor optar por alimentos biológicos e
integrales.
Consejos
• Es
muy importante evacuar diariamente durante la cura.
• Es necesario ingerir
mucho líquido durante la cura.
• El olor corporal puede acentuarse durante la
realización del ayuno o semi-ayuno.
• Si hay sensación de hambre, se puede
aumentar el numero de tomas.
• No deben tomar este producto diabéticas,
personas que se encuentren en depresión y mujeres embarazadas o
lactando.
• Durante los primeros días del ayuno se pueden presentar
ocasionalmente algún malestar debido a la expulsión de toxinas.
• Utilice el
sirope de savia como un edulcorante o en la preparación de algún refresco de
verano para toda la familia.
Información
basada en "La cura de savia y zumo de limón" de Stanley Borroughs y en el libro
de K.A. Beyer. La información contenida en esta web tiene un caracter
informativo y/o divulgativo. No puede ser considerada en ningún caso como
sustitutiva de la prescripción, diagnóstico o tratamiento médico. Si tiene
cualquier enfermedad o dolencia le recomendamos que consulte con un profesional
de la salud (médico, naturópata, dietista, fitoterapeuta... ).